Con el paso de los años he apreciado una evolución social respecto a las tendencias, más concretamente en lo referente a la dieta vegetariana/vegana. Afortunadamente, para muchas otras personas ésta dieta no es una tendencia sino un estilo de vida, una forma de entender y respetar el entorno.
Desde hace un tiempo he querido escribir acerca de uno de mis restaurantes favoritos, pero para ello, necesitaba apartarme del comedor y conocer su historia. Se trata de El Curry Verde, un bar/restaurante vegetariano en Hondarribia que dio el salto hace unos años a un local más amplio con un equipo que les permite ofrecer una mayor oferta tanto en producto como en servicio. Sus dueños, Enara y Xabi han conseguido aunando su experiencia, intereses y gustos, que sus platos “entren por los ojos” de todos sus clientes. Destacan que su trabajo les permite socializar tanto con compañeros como con clientes y proveedores, creando un ecosistema propio en el que crean vínculos con muchas personas.
Tras un cúmulo de circunstancias, viajes por África, Asia y Latinoamérica, y como consecuencia de la limitada oferta culinaria internacional en nuestra zona, vieron la oportunidad de trasladar los sabores característicos de los continentes a la cocina local. De esta manera, en estos años han ido elaborando recetas de distintas partes del mundo adaptadas a sus posibilidades, ofreciendo platos saludables, llenos de sabor y con un toque exótico.
A pesar de que ellos no se consideren unos “locos creativos”, una de las características que mejor refleja a El Curry Verde es el dinamismo de su carta. Cada cambio de estación, a diferencia de los cambios que puedan hacerse más frecuentemente, tratan de modificar tres o cuatro platos simultáneamente, adaptándolos a los productos que tengan disponibles durante los siguientes meses. Si te preguntaran cuál consideras que es su plato estrella, ¿qué dirías? Ellos mismos han afirmado que se trata del curry de verduras, por ser el más demandado y el que más tiempo lleva en la carta. Pero si tuviesen que escoger entre las últimas incorporaciones, destacan el taglioni con ajonegro.
Sin embargo, no son los platos lo único que demandan sus clientes. Desde hace un tiempo, han ofrecido talleres pues siempre intentan encontrar el equilibrio entre el trabajo y el ocio. Gracias a este formato que consideran muy práctico, divertido y dinámico, logran cruzar la frontera entre los hosteleros y clientes, y trabajar en equipo con los principiantes.
A día de hoy, Xabi y Enara tienen un objetivo claro: conservar su equipo. No quieren crecer sino asentar lo que han creado, quieren vivir bien para que El Curry Verde siga siendo un lugar fresco y agradable. Se ven manteniendo la sonrisa.