«Desde pequeñita he sido muy creativa. Me llamaba la atención todo lo relacionado con lo estético, la moda y la belleza. Primero quise ser pintora y después diseñadora de moda». Erika, fundadora de Tukade Studio nos habla de su proyecto; una idea que surge por la necesidad de crear con la imaginación y las manos donde la creatividad es el alma de la firma.
Se trata de una firma de joyas fabricadas con arcilla cuya filosofía se basa en la transmisión de sensaciones. «Me gusta trabajar con los estados de ánimo y transmitirlos. Intento transmitir optimismo y personalidad en cada pieza que es única, pues juego mezclando tonalidades», cuenta Erika. Asimismo, la esencia de la firma reside en la sencillez. Una imperfecta perfección donde destacan la ingenuidad y la belleza.
Para la creación de las piezas, es fundamental contar con todos aquellos aspectos que apelen a los sentidos y a las emociones. «De lo que se trata es de dar sentido y coherencia, reordenando los conceptos para darles forma y cuerpo. Me guío por los colores que más me identifican y mi sello queda reflejado en cada piezas». Mediante esa coherencia entre formas y tonalidades, las creaciones destacan por sus formas geométricas, sus líneas limpias y depuradas y por la armonía existente entre lo rígido y orgánico. Son productos versátiles que o bien pueden vestirse en el día a día o en ocasiones más especiales que se fabrican en pequeñas cápsulas y que están dirigidas a mujeres naturales y con personalidad; una mujer que se guía por su instinto, que busca diferenciarse y a la que no le da miedo equivocarse. En definitiva, una mujer sin edad.