Una de las realidades que más preocupan a las mujeres son la aparición de las arrugas y de las líneas de expresión –fundamentalmente en la zona de la frente y del entrecejo– como consecuencia de diversos factores. Hasta ahora, tanto las arrugas como las líneas de expresión se habían asociado a las pieles maduras. No obstante, numerosos especialistas indican que, la aparición de las mismas suele darse de manera frecuente en pacientes jóvenes como consecuencia de la excesiva gesticulación.
La doctora Gema Pérez Sevilla, cirujana maxilofacial y experta en medicina estética facial nos cuenta cómo se debe proceder para combatir las arrugas y líneas de expresión.
- Se debe evitar fruncir el ceño. Cuando nos exponemos a los rayos UVA, tendemos a contraer la zona mediante la gesticulación, por lo que la Dra. Pérez recomiendo hacer uso de gafas de sol siempre que sea posible.
- Masajear los músculos causantes de las arrugas –los que se encuentran encima de las cejas, entre ellas y en el resto de la frente– puede ayudar a relajar y mejorar la microcirculación de la zona contribuyendo también a la mejora cualitativa de la piel.
- Las personas que padecen de bruxismo contraen de forma intensa y continuada los músculos de la zona, debilitando la piel y haciendo que ésta sea más propensa a fracturarse. Por ello, la doctora recomienda hacer uso de parches de silicona rectangulares sobre las arrugas pues éstos actúan como cinta kinesiológica, ayudando a la circulación linfática y a la relajación del músculo.
- Otra alternativa es recurrir a la toxina botulínica. Su inyección ayuda a relajar los músculos mejorando el aspecto de las arrugas y reduciendo la intensidad durante la gesticulación. Sin embargo, si el problema es que la zona está hundida, habrá que hacer uso del ácido hialurónico, que ayudará a rellenar las zonas deterioradas y levantará la piel.
¿Cuál es la principal diferencia entre la toxina botulínica y el ácido hialurónico?
La toxina botulínica es una sustancia que favorece la relajación de las fibras musculares de la zona en la que se inyecta, permitiendo el control de la contracción de los músculos que son las causantes de la aparición de las arrugas. En cambio, los rellenos que se realizan mediante ácido hialurónico logran suavizar las arrugas finas, medias y profundas de una manera inmediata al tiempo que restituyen la piel a largo plazo. Este no sólo favorece la regeneración de la piel sino que también contribuye a una mayor hidratación.